miércoles, 18 de abril de 2012

Cupido. Fuera de servicio

       Por el garito de cada viernes. Se podría decir que no está abarrotado pero tampoco desierto como suele estar, en su justa medida. Mis colegas me dan una conversación poco interesante, pero ahí está esa chica. Frente a mí, baila la canción de turno en el bar, Animales de Pereza. Su melena se aloca al ritmo de la música. Sus manos rozan cada curva de ese cuerpo, entallado en un vestido que incita poco a la abstinencia. No he dudado en acercarme a ella y darle un poco de mi sonrisa con la que suelo triunfar. Sobre su oreja, palabra tras palabra, dejo caer: soy algo fácil, lo admito. Esta noche tengo ganas de colgarme de la cama de alguna mujer, así que utilízame, porque no quiero amaneceres... .

¿Cómo quieres que no lo hagamos, si no hay nadie que nos pare? 




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